Crónica del día D.
Me desperté temprano, después de una noche mal dormida de tanto nervio. Mi hija dormía a mi lado, aproveché para darle unos besos suavecitos y me levanté.
Para calmar un poco la ansiedad acomodé la casa y me hice unos mates. Me senté a releer por vez número cienmil los punteos de la tesis hasta que la peque se despertó.
Desayunamos juntas y jugamos un rato. Después partimos a hacer unas compritas por el barrio. Ese día no hubo jardín, ella quería quedarse o mejor dicho yo la necesitaba a mi lado.
Anduvimos poco porque nos agarró la lluvia y corrimos a refugiarnos en casa de los abuelos. Allí pasamos un rato y Suyay se quedó mientras yo fui a casa a buscar ropa para las dos y los papeles necesarios para rendir. Recorrí la casa tratando de encontrar eso que ya ni recordaba, pero que fue mi amuleto de la suerte durante toda la carrera. Hace tanto que no rendía que ya no sabía ni que llevar! En un momento de lucides entendí que esta vez el mayor amuleto de la vida lo iba a llevar a upa. Metí la libreta en la mochila y salí bajo la lluvia. Al volver a lo de mis viejos almorzamos todos juntos, charlando de nada para pasar el rato y haciendo como que los nervios no estaban invitados a la mesa.
La hora se iba acercando y justo a tiempo marido avisa que estaba en camino. Estábamos todos! La felicidad era completa, pero la presión cada vez mayor. No podía dejar de pensar que cara iba a poner si no aprobaba y estaban todos afuera esperando.
Partimos en patota hacia la facu y por suerte la lluvia ya no era tan intensa. Llegamos al mismo tiempo con mi compañera, nos saludamos en la puerta y entramos en banda. Esas dos chicas que tantas veces habían recorrido esos pasillos, que poblaron esas aulas y que esperaron eternidades para rendir bajo ese techo hoy entreban nerviosas y acompañadas. Ya no eramos dos muchachas sino dos madres a punto de recibirse de profesionales e íbamos acompañadas por nuestras crías, quienes iban sosteniendo nuestros nervios y dándonos ánimos.
Nos anunciamos en la dirección de la carrera y esperamos algunos minutos a que la profesora que había sido designada como nuetra "evaluadora" llegara. La espera fue rara, las pequeñas miraban asombradas el edificio. "Vamos a casa mamá" me dijo Suyay mirando los carteles que empapelan las paredes de sociales. Pobres niñas, el lugar no les era amigable y los estudiantes fumando en los pasillos tampoco. Finalmente, mientras volvíamos del baño, nos avisaron "pasen que la profe las está esperando".
Repartimos y recibimos besos de todos y entramos. Al hacerlo sentimos el llanto de la más pequeña de las niñas. Nos miramos "así no" dijimos. Pero seguimos caminando.
La "evaluadora" nos saludó con una sonrisa, preguntó si estábamos nerviosas y para distender el clima rápidamente nos dijo las palábras que más esperamos escuchar en toda la carrera: "Tranquilas que están aprobadas. Ahora charlemos un poco".
En ese mismísimo instante hice un esfuerzo gigante por no llorar, repiré hondo, me sentí plena, feliz y oprgullosa de nosotras dos. Después vinieron las pregunmtas, los comentarios, nuestras respuestas, los eligios, las recomendaciones de publicar el trabajo y la nota. 10. Sí, así cortito y así gigante.
No sé si academicamente nos lo merecíamos, pero la remamos tanto, pero tanto para llegar que bien ganado lo teníamos. Lo que vino después fue maravilloso, amor, abrazos, felicitaciones, familia orgullosa y huevasos obviamente.
Pero esto no termina acá. Volvimos a casa rápidos y veloces. Me bañé porque estaba en un estado impresentable y salí corriendo hacia el jardín de mi niña. Reunión de padres y entrega de informes. Todo divino, otro 10 en el mismo día.
Volví a casa, marido e hija dormían así que empece a chusmear como es eso de tramitar el tútulo. Cuando se despertaron, tomamos unos mates, nos cambiamos y nos fuimos, otra vez en patota, a celebrar.
Así fue todo, ahora soy licenciada que tanto!
12 comentarios:
Felicitaciones Licenciada!!!!
Que dia intenso mamita...imagino que esa noche dormiste como nunca! jajaja
Besos miles!!
¡Qué lindoooooo! Felicidades!
Felicitaciones!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Yo se lo que cuesta ser madre y profesional, es un plus que debería constar en el título. A mi me pasa hoy en día, casi cuatro años después del último final, que de mi carrera en si me acuerdo poco y nada, lo que mas recuerdo es el último tramo, con mi hija ya nacida y recibirme con ella presente y retirar el título con mi nena aplaudiendome. Es inolvidable!
A mi me pasó que en el último final, que en si era el "cierre" de todo el año de residencia en tribunales, que dicho sea de paso hice embarazada!, el profe que me conocía y sabía cuanto esfuerzo implicó ese año me dijo ni bien entré: "a ver, diga algo rápido así le pongo un 10 y se va a su casa con su hija"
te felicito otra vez, GRANDE ANA!!!
Besos
qué emoción! me hiciste acordar de ese momento crucial y único en el que decís ¡por fin! Es hermoso terminar la carrera...felicitaciones Ana! Un beso enorme y un viva por esa constancia!
Cuanta emoción!!!!
FELICITACIONES!!!
Felicitaciones licenciada, me alegro mucho, mucho, sé el esfuerzo que implica estudiar teniendo una familia que atender, con una beba, por eso mis felicitaciones son doblete. Besos tía Elsa.
Me hiciste lloraaaaaaaaaaaar!
FELICITACIONES LICENCIADA!
Felicitaciones por mil!!!!!!!!!!
Gracias chicas! La verdad un placer y una emoción enorrrrrmes :)
Besos
Felicitaciones!!!! Más vale tarde que nunca, ¿no, Lic?
Gracias Sergio! Por supuesto que vale :)
Buceando en el mundo de las madres blogggueras me he topado con tu blog y he leído este post y he llorado como cuando veo esas comedias rosa que me gustan tanto... la emoción me ha invadido porque pospuse la carrera un poco antes de nacer mi hija (casi 2 años) y para la primera semana de diciembre iré con mi amiga de la U a sustentar el trabajo de grado, Te felicito!! espero yo sacar un 10 también.
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